Paso 3; una nueva asignatura. Educación para la Cuidadanía


En el ámbito internacional se han ido produciendo fenómenos sociales y procesos económicos de gran envergadura que exigen una formación en valores democráticos. El nivel de conciencia de las nuevas generaciones está yendo en detrimento. La escuela no puede abarcar todos los problemas que la sociedad moderna plantea, pero sí puede participar en su resolución. Necesitamos educar en la responsabilidad, en valores y comportamientos éticos. El hecho de que nuestra sociedad sea multicultural, no puede servir de base para la discriminación, sino para que se genere una ética compartida, plural. Esto implica un aprendizaje mediante acción. Los métodos de aprendizaje activo incluyen la puesta en común de ideas, los juegos de rol, los debates y el trabajo en proyectos. Se trata de un aprendizaje social e interactivo en el que los procesos grupales son lo más importante. Las actividades de aprendizaje cooperativo permiten a las personas aprender juntas gracias al trabajo en proyectos comunes. Este aprendizaje puede también animar a los alumnos a afrontar problemas en común, reflexionar y expresarse mejor. La inclusión de actividades de aprendizaje cooperativo garantiza un equilibrio entre el aprendizaje individual y colectivo. Como se puede observar, la asignatura de Educación para la Ciudadanía es un claro reflejo y compendio de todos los factores que las comunidades de aprendizaje desean reflejar, incluidos en el currículo básico.

Paso 2; La Integración de las Familias en la Educación de los Niños


La inserción de las familias en el mundo docente es una novedad que todavía no ha calado hondo en España. Una mala interpretación de las palabras del psicólogo Vygotsky llevaron a creer que la formación del niño o niña competía únicamente a los profesionales de la enseñanza y al curriculum especialmente preparado para ello. En una sociedad en la que se requiere, casi por obligación, que tanto el padre como la madre colaboren económicamente en la manutención y supervivencia de la familia, la escuela se ve obligada a responsabilizarse de todos aquellos aspectos de la educación de los niños que los padres han de delegar; llegando a un punto en el que los padres no son reconocidos como parte del sistema educativo, sino como “aquellas personas que sustentan física y económicamente al ser humano en cuestión”. Todo esto llevado al extremo nos avocó a un sistema educativo donde los profesores eran esclavos de los deseos del padre o madre, más que conductores de las necesidades personales y culturales del niño.
De todos modos, ya comenzamos a entender la relevancia que las familias tienen en la formación de los más pequeños. Hoy en día sabemos que la intervención externa es de todas las personas que se relacionan con las niñas y niños, entre quienes no se puede prescindir del énfasis en los familiares e incluso de la influencia del entorno. Un ejemplo de la integración de las familias en la educación de sus hijos es formar a los padres, madres o familiares más cercanos a los alumnos en todos aquellos ámbitos sobre los cuales ellos no tengan conocimientos para que estos puedan más tarde ofrecer su ayuda al niño en casa. Un campo que es de recurrido uso hoy en día es internet. Los centros escolares ofrecen horarios separados para que tanto los alumnos como los familiares tengan acceso a tal herramienta individual y conjuntamente, brindando a las familias la oportunidad de disfrutar de aprender juntos. Las tertulias literarias también abren las puertas de un mundo desconocido a muchas personas que antes no disfrutaban de esa práctica y que, poco a poco, van reconociendo su valía como instrumento de aprendizaje.

Paso 1; los Grupos Interactivos


Una de las propuestas que estos centros ponen en práctica para conseguir estos propósitos son los grupos interactivos. Los grupos interactivos potencian y contribuyen a la transformación de las interacciones entre los niños/as, o adultos que participan en ellos; fomentando una diversificación de las interacciones intergeneracionales y, al mismo tiempo, el aprendizaje entre iguales resaltando la primacía del diálogo, la comunicación y la interacción positiva sobre los demás modos de expresión (nos referimos a la violencia y demás recursos negativos). La idea es, partiendo de la base de que nadie es perfecto, y de que todos necesitamos formación continuada para poder ejercer nuestra función (educativa o laboral, pero en el caso que nos compete educativa) en una sociedad cambiante, todos hemos de seguir moldeándonos, entendiendo las nuevas necesidades que esta sociedad genera y desarrollando el mejor modo para hacer llegar los conocimientos necesarios a los más pequeños (y no tan pequeños) que también han de vivir y sobrevivir en esa sociedad nueva y versátil.
Una de las prácticas más comunes en este tipo de ejercicios es la resolución de problemas. Estos problemas son presentados por el educador, dentro de un marco controlado, donde el alumno no recibirá pasivamente una enseñanza, sino que mediante la resolución de dicho problema, generará un aprendizaje autónomo y razonado. Estos aprendizajes han probado ser más positivos, mejor aprendidos y más satisfactorios para el educando. El uso de la tecnología como herramienta para resolución de problemas en el marco del trabajo en grupos permite a los estudiantes la construcción de aprendizajes estimulantes para ellos por introducir la creatividad subjetiva; facilitando la formación de sujetos hábiles, capaces de desarrollar proyectos, y por consiguiente de investigar, evaluar y resolver problemas.
Actualmente existen 56 comunidades de aprendizaje. Aquí presento un enlace para conocerlas mejor.

Las Comunidades Educativas; el aprendizaje del siglo XXI

Las comunidades educativas son centros (o anexos a centros) que surgieron con el fin de mejorar la calidad y directrices de la enseñanza, involucrando no solamente a los profesores en la educación del niño, sino también a las familias y a los centros en sí, como organizaciones democráticas para buscar, conjuntamente, una formación positiva y lo más completa posible de los alumnos para una integración social beneficiosa para todos. Tras los constantes fracasos de ciertos proyectos como la garantía social, y los grupos especiales de atención al alumnado han surgido organizaciones como CREA y programas como el Proyecto Atlántida dirigidos a promover planes integradores de aprendizaje como la educación de personas adultas, la lucha contra la desigualdad o la violencia de género, la integración cultural, la participación de las familias en la vida escolar, etc. No sería una mala idea echarle un vistazo a algunas de estas organizaciones para ver hasta qué punto se está trabajando en ello y con éxito en varias comunidades autónomas. A continuación se ofrecen algunos enlaces de interés.
http://www.proyecto-atlantida.org/
http://www.canalsolidario.org/web/noticias/noticia/?id_noticia=8410

Introducción histórica

El siglo XX conformó un verdadero movimiento reformador del sistema educativo, cuya tendencia consistió en darle a la enseñanza un carácter activo, comunicativo, dinámico. Esta educación se basaba principalmente en la psicología del ser humano, siendo el educador quien valoraba lo que le enseña la psicología del hombre y que, sin subordinarse a los conocimientos psicológicos, se servía de éstos para mejorar y cambiar los métodos. Contrariamente, este cambio no podía llevarse a cabo mientras los educadores fueran actores y observadores de su propia acción, pues no disponen de todos los elementos necesarios para medir, exactamente, los resultados generales y qué parte corresponde a los alumnos, a la acción del maestro, a los métodos y técnicas empleados. Es entonces cuando aparece la ciencia y la medición en la pedagogía, encaminados a la mejora del sistema educativo, probando que los procedimientos hasta entonces utilizados no eran suficientes puesto que, aun a pesar de que la educación debe desempeñar una importante función en todo intento deliberado de promover la integración social -satisfacer oportunidades culturales, científicas y sociales- en la actualidad, la educación y la pedagogía se orientan hacia los valores integrales del hombre con fundamentos científicos; hacia valores comunitarios, realidades formativas, prácticas, objetivas, donde el alumno pueda actuar con cierta libertad, bien orientado, para formar su personalidad integral, en un ambiente adaptado. No hemos de limitarnos, pues, a las escuelas y a las familias para formar a las personas; todo ello ha de ser un acontecimiento social.
Fotografía de la Universidad Laboral de Gijón; una de las primeras universidades del siglo XX. Para saber más visitar el enlace.